#NiñasNoMadres: el repudio generalizado que rompió la cámara de eco

ObservatorioDeRedes
5 min readFeb 6, 2019

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Por Guada Gonzalez y Juan Manuel García.

Un día, la comunidad de Twitter se puso de acuerdo. El viernes por la mañana, el diario La Nación publicó una nota editorial que generó rechazo transversal en las redes sociales. Allí, el matutino realizó lo que fue considerada la romantización del embarazo adolescente y la maternidad durante la infancia. Referentes de posturas ideológicas diversas, militantes a favor y en contra del aborto legal e incluso los mismos trabajadores del diario, coincidieron en el repudio al escrito que en poco tiempo llegó a manifestarse en más de 180 mil tweets (como muestra el análisis de la cuenta Políticos en Redes).

Esta transversalidad del repudio a través del hashtag #NiñasNoMadres es un hecho particular que no suele verse en esta red social: es común que para los eventos que despiertan gran interés surja una duplicidad de hashtags, representando posturas a favor y en contra del evento. Esto puede verse en casos como el debate por el aborto legal o los debates a favor y en contra de gestiones de gobierno (como en el caso de los 500 días del gobierno de Mauricio Macri).

Sin embargo, esta nota editorial logró unir a los que nada parecía posible hacerlo. ¿Por qué en este caso se da este consenso? Mercedes D’Alessandro, integrante y co-fundadora de la organización Economía Feminista afirma, en comunicación con el OdeR, que “A lo largo de todo el debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) durante el año pasado hubo siempre un punto de acuerdo: que el embarazo adolescente era un problema sobre el cual trabajar, que las tasas son muy altas, que no es deseable por varios motivos y que el Estado iba a enfocar esfuerzos en esto. Solamente algunas posiciones extremistas caen fuera de este compromiso y por supuesto hay que estar atentos porque para que esta situación se pueda atender es necesaria la Educación Sexual Integral (ESI). En Argentina, cada 5 minutos nace el bebé de una madre adolescente y cada 3 horas el de una niña menor de 15 años”.

  • ¿Cómo viste manifestarse ese consenso en las redes?

En las redes sociales se vio que incluso personajes como Feinmann (conservador, con posiciones muy enemigas de los planteos feministas, etc.) o Amalia Granata (autodeclarada pro-vida, aunque nosotras le decimos antiderechos) repudiaron esta editorial. Pero rápidamente UNICEF, Fundación Huésped y otras organizaciones que trabajan sobre temas de derechos reproductivos se proclamaron. Hubo una respuesta rápida, masiva, y transversal y es una muy buena señal que esto sea así, porque estamos hablando de un tema muy grave no solo de salud sexual y reproductiva sino también de derechos de la niñez.”

Este repudio puede verse en los datos. Con el propósito de conocer cómo se manifestaron usuarios en Twitter respecto del editorial desde el OdeR descargamos más de 100 mil tweets y construimos una red que permite analizar qué postura tienen los usuarios, si existe alguna opinión mayoritaria y en qué medida hay polarización.

En la nube, cada usuario está representado por un punto (o nodo) y está vinculado a otro usuario a partir de retweets. Cuantas más veces es retwitteado un usuario, más grande va a ser el punto que lo representa. En la medida en que un grupo de muchos usuarios se replica (se retwittea) entre sí, se forma una comunidad. En este sentido, puede haber más de una comunidad, ya que puede haber más de un grupo de usuarios que se replica entre sí, como sucede en la nube sobre la editorial (si queres saber más sobre cómo analizamos redes hacé click acá).

En el gráfico que muestra las interacciones respecto al editorial se pueden ver dos comunidades, una a favor de esta (de color negra, abajo a la izquierda) minoritaria, y otra en contra (multicolor) mayoritaria, en el centro de la imagen.

*Elaborado en base a una muestra de 107.217 tweets descargados el día 01–02–2018 que mencionan las siguientes palabras o hashtags: “LA NACION” (30000), “VIOLADA” (30000), “#NiñasNoMadres” (30000), “marianoobarrio” (10382), “psirven” (6835).

En la primera, que apoya a la editorial, se puede observar que los usuarios se encuentran aglutinados y más compactos en torno a las figuras de @marianoobarrio -periodista de La Nación, quien se manifestó en contra del “enfoque” de la editorial pero apoyó al diario- y @AgustínLaje. Esto podría implicar que el epicentro y la postura mayoritaria dentro de los que están a favor de la editorial se encuentra en torno a estos referentes (extremos siempre en su participación en la red respecto de estos temas) y a otras cuentas fakes como @Winston_Dunhill y @GFrondizi.

En el centro, entre ambas comunidades, se encuentra @psirven, junto a la cuenta del diario, debido, muy probablemente, a su rol de Secretario de Redacción del mismo. Ambos usuarios se encuentran mediando debido a las menciones y retwitteos recibidos por parte de ambas comunidades.

En la segunda comunidad, que es mayoritaria y multicolor, hay una variedad de periodistas (algunos/as de @LANACION) y actrices, junto con las diputadas nacionales @slospennato y @vikidonda. La diversidad de colores para cada usuario responde a que si bien todos los usuarios repudian la editorial, no lo hacen de manera uniforme al interior. Es decir, si bien todos están aglutinados en la misma comunidad de rechazo, las interacciones en subcomunidades los agrupan de manera distinta. Los RTs los llevan a formar parte del mismo barrio pero pertenecen a distintos grupos..

La editorial causó incluso el repudio de los propios trabajadores del diario La Nación. Al respecto, D’Alessandro hizo particular hincapié: “Es también para destacar la foto y los tuits que compartieron l@s trabajador@s del diario, manifestándose en contra, aun en un contexto en donde hay much@s perdiendo su trabajo por el cierre de la planta de impresión. Fue un acto valiente e importante. Ojalá podamos generar esa conciencia y solidaridad con temas que nos afectan en lo cotidiano. Las redes sociales suelen ser un lugar para manifestarse y hacerse oír y muchas veces tienen impacto. Yo confío en que podamos usarlas a favor de agendas con contenidos que nos mejoran la calidad de la información y el debate público.”

Como afirma D’Alessandro, las redes sociales son hoy un factor muy importante en la agenda del debate público. Este caso en particular muestra la posibilidad de construir consensos sobre temáticas fundamentales, que rompen con la polarización a la que llevan los algoritmos, rompen con la cámara de eco. Esta vez, salvo por una pequeña comunidad minoritaria se canceló momentáneamente en repudio al embarazo adolescente.

Desde el Observatorio de Redes también decimos: #NiñasNoMadres.

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